SÉNIA es una reflexión sobre la inercia del movimiento y la necesidad de parar en un sistema mecánico y sobre-productivo que no nos permite hacerlo. Un razonamiento, personal y colectivo, que nace en plena pandemia, durante confinamiento, y que ahora se hace cuerpo con el objetivo de señalar el ritmo frenético que llevamos día a día, sin detenernos a respirar, a disfrutar del camino. Una necesidad aún más urgente para los profesionales de las artes escénicas y del sector cultural en general, en parte por su precarietad laboral.

Parar para crear, para mimar el proceso, para vaciar la cabeza y volverla a llenar de nuevas ideas, para respirar sin miedo a la inactividad y la precariedad.

Tradicionalmente una sénia (saniya en árabe, noria en castellano) era una maquina de abastecimiento de agua para la huerta que consistía en una rueda accionada por animales.