«Días antes de su asesinato, Federico García Lorca escribió su última carta. El destinatario era Juan Ramírez de Lucas, un joven actor de Albacete. Un joven que fue su último amante. Esta carta permaneció oculta hasta la muerte de Ramírez de Lucas, porque siempre tuvo miedo a reconocer su condición sexual.
Lorca nunca leyó la respuesta de Juan, ya que los fascistas lo asesinaron antes de recibir la carta. Lo asesinaron por rojo y por maricón. Este espectáculo nos habla, desde el universo lorquiano, del derecho a la disidencia, del derecho a amar libremente.»